martes, 5 de julio de 2016

¿Físico? Nah, me quedo con lo de dentro.

¡Hola mis koalas! Hoy vengo a quejarme un poco de la sociedad. Y os preguntaréis, ¿por qué?  Pues yo os respondo. Porque estoy muy indignada.

Me indigna profundamente ver como la sociedad se fija tanto en el aspecto físico de las personas. La profunda discriminación que hay y los prejuicios que nos imponen las personas que nos rodean, consciente e inconscientemente.

El otro día estaba viendo un programa en la televisión en el que las personas van a cambiar su aspecto físico con el fin de sentirse bien y aceptadas. A parte de que esto ya me parece un poco fuerte (que las personas tengan que cambiar su aspecto para ser aceptadas), vi algo que me dejó perpleja. Lo que vi fue la historia de una mujer transexual, a la cual le habían prohibido ver a sus sobrinos por el simple hecho de sentirse mujer en vez de hombre, que es como había nacido. Me pareció patético que una hermana prohíba a sus hijos ver a su tía con la excusa de que les puede "crear un trauma". Los niños nacen sin prejuicios, y esa mujer se los está creando a sus hijos y, para colmo, en contra de su hermana.

Pienso que una persona tiene que buscar su bienestar y sentirse a gusto consigo misma, y si esa mujer, no quería seguir siendo hombre porque no se sentía feliz así, la primera persona que debería haberla apoyado en su decisión es su hermana.

Por otro lado, ahora vemos a las personas con tatuajes (incluida yo) y los prejuicios que se tienen sobre ellas. Se oyen cosas como que los tatuajes te hacen parecer un sin techo zarrapastroso, un guarro o una persona de la que no te puedes fiar. Creo que a estas alturas de la película, juzgar a una persona por sus tatuajes es pasarse. Como dice Wismichu (dejaré el un enlace al vídeo por aquí)  un tatuaje jamás puede significar algo que tenga relación con una persona sin techo o algo por el estilo. Los tatuajes valen dinero, y bastante. Una persona con tatuajes no es sinónimo de pobre, porque sino, no tendría para esos tatuajes que lleva.

Hay muchos prejuicios hoy en día que hacen que la sociedad no avance. Estamos estancados y nos dedicamos a mirarnos el ombligo sin pensar en los sentimientos de las personas que nos rodean. ¿Qué es eso de no darle trabajo a una persona porque tiene el pelo teñido de rosa, o tener un tatuaje en el brazo? ¿Qué es eso de menospreciar a una persona de nuestra misma familia porque no se sienta a gusto con lo que le ha tocado ser en la vida? Tenemos que quitarnos las manos de la cara para poder ver que no somos los únicos que existimos en el mundo y que hay personas que tienen nuestros gustos u otros completamente distintos. Hay que empezar a valorar a las personas por lo que valen y no por como van vestidos o por su aspecto físico. Hay que querer a las personas por su forma de ser, por su personalidad y carácter, y no por la cara o el cuerpo. Al final, con el paso de los años, una cara acaba pareciendo una pasa, sea bonita o fea. Hay que quedarse con lo que realmente importa y es lo que las personas llevan dentro, sus sentimientos, sus ideas, sus opiniones. Eso que nos hace mejorar y ser mejores.

Basta ya de prejuicios absurdos y avancemos. Nadie se merece sentirse menos que los demás. Todos somos iguales a la vez que diferentes. Ya solo nos queda aceptarlo y abrirnos a las demás personas para que nos demuestren que no son sólo fachada. Toda persona tiene algo que la hace especial.

¿Que opináis vosotros? ¿Os indigna esta situación también? ¡Comentad y hablamos! Y recordad, NO JUZGUES UN LIBRO POR SU PORTADA, PUEDE QUE LO QUE HAY ESCRITO DENTRO TE SORPRENDA.

¡Hasta pronto chicos! Espero que comentéis que pensáis y si estáis de acuerdo conmigo o no.

¡Besos! 😘

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