viernes, 29 de julio de 2016

Noche de Luna Nueva

Una noche de luna nueva, ella estaba andando por el bosque, descalza. No sabía que había sido de sus zapatos. Su vestido se enredaba con las ramas de los arbustos que la rodeaban. No sabía que camino seguir y sin embargo, continuaba andando.

De repente escuchó un ruido. Alguien la estaba siguiendo. Se quedó quieta,
miró a su alrededor y solo vio oscuridad.

Siguió su camino y se encontró una pluma. Sorprendida por su color blanco radiante se agachó a recogerla. Buscó el origen de la pluma pero no lo encontró así que siguió andando.

Tras una hora de andar se sentó en una enorme roca que parecía llevar su nombre escrito. Se miró los pies y vio las heridas que le había provocado no tener zapatos. Echó la vista a atrás y no veía nada. Miró hacia delante y tampoco veía nada. No había ni un rayo de luz que le enseñara el camino.

Volvió a escuchar el ruido que había escuchado antes y ahora pudo localizar de donde venía. Se oía detrás de ella, en las zarzas que tenía justo detrás. No podía haber nadie entre las zarzas... A no ser que le gustara pincharse. Giró la cabeza y vio varias plumas iguales a las que tenía en la mano. Las cogió y se introdujo entre las ramas de las zarzas. El vestido negro se enganchaba y se desgarraba mientras ella se adentraba más y más.

Cuando por fin salió descubrió a quien le seguía, era un muchacho guapo, moreno de ojos verdes. Sus ojos eran grandes y su mirada parecía de un enamorado.

-¿Quién eres? - Preguntó ella
- Soy "tu ángel de la guarda" - dijo él con sarcasmo.
- ¿Un ángel de la guarda? Estás bromeando, ¿verdad?
- No bromeo, te conozco desde que eras pequeña. Desde que naciste. Con tu primer llanto aparecí para protegerte.
- ¿Y por qué estás aquí ahora?
- Llevo un tiempo enamorado de ti, me ha costado tiempo darme cuenta y llevo buscando el momento de quedarme a solas contigo años. Quería decirte lo que siento por ti y creo que esta va a ser mi única oportunidad...

De repente un ruido muy fuerte la hizo caer al suelo y cerrar los ojos. Cuando los abrió estaba en su dormitorio, en su cama, con el pijama puesto. Se levantó de la cama y buscó una prueba de que lo que había visto esa noche era verdad y no sólo un sueño. Abrió el baúl y allí encontró las plumas, encontró el vestido y encontró una nota...

"Hablaremos en la próxima luna nueva..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario