viernes, 10 de junio de 2016

Tecno - Yonkis

Cada vez que oigo como mis abuelos se enamoraron, o la historia de mis padres, pienso: "¿Cómo hemos llegado hasta aquí? También me pasa cuando oigo a mi novio decir que no sería capaz de hacer nada si no tuviera Internet. ¿En eso nos hemos convertido? ¿Nos hemos vuelto esclavos de la tecnología? 
Recuerdo mi infancia y veo a una niña que se conformaba con una muñeca para jugar. Me bastaba con mis muñecas y mi imaginación. Me acuerdo de que tenía una mochila y metía las muñecas sentadas dentro y la arrastraba por toda la habitación pensando que era un coche. Jugaba con mis amigos en la calle a imitar a personajes de series que veíamos (Dragon Ball, por ejemplo). Usábamos nuestra capacidad para crear mundos en los que solo nosotros podíamos vivir. Sin embargo, ahora miro a los niños pequeños y solamente veo videoconsolas, tablets y demás. La imaginación de esos niños se está apagando. Cada día piensan menos en mundos ficticios y buscan donde evadirse con los juegos. 

Además, hay otros momentos en los que la tecnología está influyendo mucho y para mal. Es impresionante la gran adicción que sentimos al móvil. Es un poco ilógico que esté hablando de esto en un blog que usa Internet, pero seguro que si lo digo persona por persona, nadie me hace caso. 

Hoy en día, hacer amigos es completamente diferente a como se hacían antes. Antes ibas al parque y jugabas con los niños aunque no los conocieras, ibas a fiestas con tus amigas y éstas te presentaban a más amigos y éstos a su vez a otros. Así se creaban los grupos y no como ahora. Convocas un grupo en Whatsapp y ya todo el mundo se conoce. Preguntas a alguien que de qué se conocen y la respuesta siempre es la misma: "De un grupo de Whatsapp". 

Bueno, ¿y si hablamos de las parejas que se rompen por las conversaciones de esta app? Aquí podríamos estar años y años hablando. Los mensajes no se leen muchas veces como deberían y crean malentendidos que, a su vez, crean peleas. A muchas personas les da igual y usan excusas como: "Si me ha dicho eso por Whatsapp que no me dirá a la cara", "si se enfada conmigo por esa tontería, es que no me quiere", etc. Malentendidos que si fueran cara a cara se solucionarían con un abrazo o un beso. También se han perdido las costumbres románticas. Una carta escrita a mano, una foto con dedicatoria escrita en el dorso. Una flor. Bombones... Las conquistas tradicionales se han perdido. Ahora subimos una foto a Instagram con esa persona a la que "amamos" y le escribimos algo parecido a lo que "sentimos" en busca de los likes de nuestros seguidores. 

Si algo tenemos que hacer para cambiar esto es empezar a pasar de los móviles. Dejarlos en un segundo plano, o simplemente llevarlos para EMERGENCIAS. Quizás así encontremos una relación que sea de verdad, sincera, con sus pros y contras, pero al margen de las tecnologías. Quizás de esta forma podamos hacernos amigos de personas que están cerca de nosotros y que no conocemos porque no nos hemos parado a pensar que pueden ser buenas personas. Quizás mejoremos nuestra relación con los familiares que viven en nuestra misma casa. 

Algo importante que debemos hacer es ser reales, ser honestos con nosotros mismos y estar seguros de si lo que realmente queremos es la aprobación de los demás o la nuestra. Dejar que la imaginación de los niños que están a nuestro cargo aumente. Si seguimos inmersos en este mundo tan demandante de tecnología, quizás deje de haber arte, porque los artistas intentarán imitar lo que había anteriormente puesto que no se les ocurre nada que inventar. 

Me gustaría retar a todas las personas que lean esta entrada a estar un día sin tecnología. Sin móvil, sin ordenador ni tablet. Nada de eso. Un día, el que elijáis. Daros tiempo para pensar, para conocer mejor a las personas que tenéis a vuestro alrededor. Para salir con vuestros amigos a tomar café o jugar con los niños pequeños que haya en casa. Seguro que os servirá para ver que hay un mundo más allá de nuestro móvil y que nos lo estamos perdiendo. 

Espero que reflexionéis tanto como yo con esta entrada. Sinceramente, espero vuestras conclusiones. Comentad cómo os habéis sentido tras ese día sin tecnología y la decisión que tomáis. No digo que sea fácil, porque como he dicho antes, somos tecno-yonkis pero quién sabe, quizás descubráis aficiones que os hacen más felices que las redes sociales. 

Un saludo y ¡Hasta pronto!

3 comentarios:

  1. Recuerdo cuando Goku se cayó del tejado de los aparmientos que hay en tu antigua casa jajaja

    ResponderEliminar
  2. Es normal, si Goku se sube a lo más alto, hay muchas posibilidades de que se caiga. 😂

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo llevo todo el día sin móvil, para lo único que lo he cogido hoy es para saber de ti, de mi hermana, su marido y mi cris. Te puedo asegurar que no prescindiré nunca de un aparato que me conecte a ti o a tu familia. Os llevo en el alma. Y mi mejor recuerdo es cuando llegaba a tu casa y os pongáis las dos a gritar... Madrina!!!!, en medio de la carretera y sin darme lugar a bajar del coche. Mis lágrimas asoman de emoción. Te quiero con todo el corazón. Que orgullo tengo de tener dos hijas como vosotras....

      Eliminar